La actriz vuelve a confiar en Chanel para enamorar en la alfombra roja con un impresionante vestido rosa fucsia
El Festival de Cine de Tribeca continúa su andadura de forma discreta y silenciosa, pero contando cada noche con alguna aparición estelar destinada a hacer de este encuentro de cine una cita del glamour imprescindible. Para asistir a la Cena de Artistas organizada por Chanel el lunes, Penélope Cruz asistió al restaurante preferido de las firmas de moda para organizar citas especiales, Balthazar (el favorito, por cierto, de Cindy Crawford para disfrutar del brunch), apostando por su firma preferida. Por supuesto, hablamos de Chanel.
La actriz demostró estar al tanto de las tendencias y ha querido sumarse al club de las fans del Barbie pink, aunque lejos de recurrir a Valentino para hacerlo, ha apostado por la marca de la que es embajadora y que se ha encargado de crear para la actriz un armario 100% propio. El juvenil vestido que ha seleccionado Penélope es un maxidiseño con estampado geométrico sutil a tono, un diseño satinado de escote escote corazón y con bolsillos laterales.

Lo combina con un ‘vanity case’ acolchado de la firma, un bolso de mano con asa de piel de cordero. Mientras que su bolso era rosa, sus tacones eran unos ‘peep toes’ negros satinados con los que rompe el outfit en clave ‘Una rubia muy legal’.

Nuestra actriz más internacional ha disfrutado de una distendida conversación con el mismísimo Robert De Niro durante la cena, con el que ha compartido mesa y no ha parado de charlar a lo largo de la velada.
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